¿MAGIA?
Esta es una de mis reflexiones, sobre personas que tendremos que tratar algún día, es algo extensa pero creo que merece la pena leerla...
Sientes que tu vida esta destrozada, has perdido tu trabajo, tienes miles de problemas y todo ello lleva dinero, dinero en que gastar.
A la vez que tu dinero se despide de tu cartera, tú te despides de esos días soleados en los que llegabas al trabajo (con cara de cansada, sí, porque era lunes, pero al fin y al cabo tenías trabajo, piensas ahora), esos días en los que aparcabas tu coche en tu cochera, que ibas a comprar el pan para comer en tu piso, que preparabas aquellos macarrones con nata que tanto te gustaban, calentitos, en ese mantel que desprendía fragancia de flores.
Otros días quizás estaban algo nublados, en los que el coche se quedaba sin gasolina antes de llegar al trabajo, que tenías que esperar a alguien amable que te ayudase a empujar unos metros, hasta la gasolinera más cercana, una vez llenado el deposito te diriges a tu trabajo, te sientas en tu despacho cansada, sí, porque es lunes y recibes a tu primer cliente del día, estas cansada y lo que quieres es acabar cuanto antes y lo que haces es quizás levantar un poco la voz a esa persona que lo único que quiere es un préstamo para poder salir adelante, con todos los gasto que conlleva sostener una familia con tres hijos y otros dos en camino. Tú cansada le "invitas" a marcharse, sin escuchar nada más, por eso, sólo por que estás cansada y no es un buen día para ti.
Llegas a casa te preparas esos macarrones tan ricos que comes todos los lunes, con el objetivo de mejorar algo el día de hoy, una vez colocado en la mesa con el tenedor apunto de pinchar en el plato, llaman a la puerta, y te quedas hablando 10 minutos con el hombre que intenta venderte 3 enciclopedias.
Vuelves a la mesa y de nuevo vuelves a recordar que no es tu día, ¡los macarrones estan fríos!,...
Dejas de recordar aquellos dias soleados o por qué no, algo nublosos, porque ahora no tienes nada, ni esos días nublosos que tanto odiabas y que tanto hechas demenos, que ya ni esos macarrones fríos estan en la mesa, que ni siquiera hay mesa, que lo que más se acerca a la fragancia de flores de tu mantel son aquellos lirios del parque donde muchas veces duermes.
Pues si, ahora no existe nada más que tú y ese montón de cosas innecesarias que están encima de esa bicicleta, que tu sigues amontonando porque crees que sí, que tienen utilidad.
¿Magia o realidad?
Personas sin hogar
